miércoles, 29 de octubre de 2008

Vergüenza de NO consumir


Hace un par de días me sentía orgulloso volando en una empresa de prestigio hacia Chile, una empresa colombiana en la que me sentí acogido, respetado, querido, en resumen, una excelente atención. Sentí que podía gritar a los cuatro vientos, a los siete mares y a todas las aerolíneas del planeta que había viajado en Avianca, en clase ejecutiva, pero en Avianca.
En este vuelo leí un artículo acerca del consumo y cómo las empresas publicitan sus productos y nos manipulan para generarnos una necesidad. Bueno, eso ha ocurrido desde tiempos inmemoriales, desde que los vendedores viajeros iban de pueblo en pueblo alabando las características de los elixires contra la caída del cabello, para que los negros piensen como blancos, o para asegurar la muerte en caso de que fallara un tiro en la cabeza. Todos ellos deseaban para su producto la fama, para que las personas lo consumieran, incluso aunque valiera más que cualquier otro con la misma eficiencia; la diferencia radicaba en el nombre del producto: estaba de moda y era necesario ese para obtener estatus social.
El artículo, escrito por Dan y Chip Heath, citaba a partir de otro artículo el caso de China: ahí no era un estigma social la caspa, pero Procter & Gamble para su producto Head & Shoulders lo generó, a través de una acertada campaña publicitaria. La cita además mencionaba que esa un ejemplo a seguir para las empresas. Vd. debe avergonzarse de no tener el producto
La cita continuaba diciendo que “los comercializadores deben tomar nota sobre la forma de sanitizar lo común”, y ponen por ejemplo: Tome Coca cola, porque no saben donde estuvo su agua –y nosotros no sabemos cual es la receta de la Coca Cola, todo es cuestión de confianza-.
Ahora soy mejor persona, desde que ingresé al Centro de Transformación Integral, me he transformado en protestante, no como carnes rojas, uso siempre la ropa adecuada al momento que vivo, mi color de piel ahora es blanco, puedo elegir entre veinte tonos de rubio y rojo para el teñido permanente de mi cabello. Los médicos prevén que moriré dentro de una semana por inanición, y es que el botox de mis labios no me deja comer, provocando una excitante sonrisa que se mantiene las veinticuatro horas del día. Han sido las dos semanas más preciosas de mi vida, y seré feliz durante el resto de ella


Ilustración tomada de Foto: cagle.msnbc.com/.../CagleHowTo/BotoxRGB.jpg

miércoles, 8 de octubre de 2008

La indigestión de Paul Auster en Barcelona



Ayer (6/10) asistí a una entrevista –"conversación"- hecha a Paul Auster en el Ayuntamiento de Barcelona (Saló de Cent), la que se veía prometedora: estaba en Barcelona, la entrada era gratuita, la sala estaba llena -una larga fila de admiradores esperó un buen rato- y el periodista que lo entrevistó me era un perfecto desconocido –suerte la mía-.

El entrevistador empezó por presentar al escritor, habló de lo que vendía, que era un escritor reconocido y que esperaba que se llevara un buen recuerdo de Barcelona esta vez, ya que la última que había venido y hablado en público no fue grata: tuvo una fuerte indigestión.
Primero hizo mención al hecho solamente, a continuación profundizó: luego de su presentación en público, aquella vez, lo invitaron a comer a un lugar de renombre junto a su mujer, la cena estuvo buenísima, pero durante la noche la pareja sufrió una indigestión gigantesca. El periodista lo atribuyó a causas desconocidas. Nada más le faltó decir cuáles eran las características de los síntomas para poner la guinda a la torta. Finalmente, el entrevistador espera que el renombrado escritor no se vaya esta vez con tan ingrato recuerdo.
Auster ya se notaba incómodo con la presentación, pero afrontó con decisión las preguntas, a pesar de su evidente timidez. El entrevistador arremete con una pregunta acerca de qué tan auto biográfica es su obra, y Auster deja en claro que si bien toma elementos de la realidad, de su vida, todo lo que aparece en una obra es ficción, por lo que no necesariamente es real. La realidad es una inspiración, nada más.
En la segunda pregunta el periodista hace referencia a la influencia de Brooklyn en sus novelas. Nuevamente Auster contesta que no es mayor que las ficciones que inspira, y que no seguirá contestando esas preguntas porque ya no vienen al caso.
El entrevistador arremete una y otra e incansables veces con la misma pregunta reformulada, y evidentemente el escritor se cansa, se molesta, y empieza a jugar con las respuestas, a ver si de una vez por todas quien pregunta entiende que no quiere responder nuevamente. Pero nada, la tozudez catalana pudo más.
Entre las respuestas del escritor encontramos referencias a la política estadounidense, la historia de algún autor de un cuento que le agradó, algo de su juventud en Irlanda, mucho por lo cual preguntar, pero el entrevistador pregunta nuevamente por Nueva York, esta vez por la relación del escritor con Woody Allen, qué opina del parecido que tienen la obra del director de cine con la obra del escritor de cuerpo presente, ya que los dos centran su obra en la misma ciudad –todavía me pregunto por qué no incluyó a Scorsesse y a muchos otros-, y si había visto Vicky Cristina Barcelona. El escritor contesta que no conoce a Woody en persona, que solo ha recibido cartas de invitación de él, nada más; que no ha tenido tiempo de ver ni la película que le mencionan ni muchas otras, y que definitivamente no ve donde está la relación entre él y la obra del director mencionado. Desazón en la cara del entrevistador.
Pasemos a las preguntas, dice.
Cuatro preguntas, mejores que las del entrevistador, aunque dignas de un estudiante de primer año de una carrera humanista.
Nada más.

Termina el encuentro, el entrevistador da las gracias respectivas y una manada de gente corre hacia el escritor para que le autografíe el libro, un libro o lo que sea –si no vi mal, alguna por ahí le colocó una teta en frente, aunque puedo estar delirando, estaba con fiebre-.

Yo pensé que estaba en un país más civilizado, yo pensé que estaba en Europa, se me olvida que en todas partes se cuecen habas, que del tal palo tal astilla, y que a río revuelto mejor esconderse porque me dio vergüenza ajena.
Seguramente, si Paul Auster vuelve a Barcelona, es por presión de su editor, y recordará las constantes indigestiones que ha sufrido durante toda su vida.



jueves, 25 de septiembre de 2008

“3:10 to Yuma”: Aprendiendo a disparar al hombre correcto.

A cada hombre le parece correcto su proceder.

El Señor Juzga sus corazones (proverbios 21:2)



Un hombre correcto no es el que le dispara a otro hombre para matarlo ¿O se justifica matar a un hombre por una razón, la que sea? Según los cristianos Dios es el único que puede administrar justicia en ese aspecto, sin embargo, el hombre se ha hecho cargo de repartir “justicia” a diestra y siniestra.


¿Cómo definir quién es malo y quién es bueno? Simple: el que parece seguir las reglas del juego es bueno, el que parece no seguirlas es malo, y quien impone las reglas es el que está arriba, y los de abajo… que se jodan, así cantaba Mariano Azuela, así cantaba Rulfo, así cantaba Dostoievski. En esta película todos se jodieron. Aquí no hay buenos, pero tampoco ninguno de ellos es malo. Hay muchas bandas de animales: la de Ben Wade, la de Hollander, los que capturan a Wade en las minas, etc, y como en la fábula de la rana y el escorpión... es su naturaleza. Hay pocos que le tomen el peso a lo que ocurre, ni siquiera la mayoría de los espectadores.


En la película nos enteramos también de que existe una cosa que se llama dinero y que mueve las diligencias, el tren y los pensamientos –baja faldas, eleva hombres, salva vidas y un extremadamente largo etcétera-, y al que todos apuestan. Ahora, supongamos que bajo este régimen sí hay un hombre “bueno”, que se muere de hambre y sed, que sus hijos se mueren de hambre y sed y otras cosas; que es justo -según los parámetros cristianos-, que es capaz de llegar hasta las últimas consecuencias para que se cumpla algo parecido a la justicia; y alguien le dice: “te regalo lo suficiente para que no te mueras, ni tu mujer ni tus hijos, para que seas un hombre de bien, con mal dinero”. El mal dinero salvará vidas, el mal dinero es un premio para un hombre justo, y con justicia se administrará ¿Lo debe aceptar?¿Es justo no aceptar, dar la vida, ser el héroe que no se pudo ser? A padre muerto, padre puesto; a esposo muerto, esposo puesto; o nos morimos todos o no se muere nadie, pero de dinero malo nada.



Las armas las carga el diablo, las armas las carga el demonio. El forajido carga “La mano de Dios” y vendrá la venganza de él mismo.


En este western se van todos al infierno.




El que guarda su boca guarda su vida,

pero el que mucho abre sus labios acaba en desastre. (proverbios 13:3)

viernes, 8 de agosto de 2008

Declaración de Principios y Finales (no lea... Página en reconstrucción)

No lea lo que viene a continuación, por su buen gusto.
Esta página se está reconstruyendo.
Permanecerá Stand by por un tiempo prudente.

Ahora un mensaje de nuestros auspiciadores.



(música de ascensor)



Las cebollas nueva vida le permiten llorar con vitalidad.
Úselas cada vez que se dé cuenta de lo que es.
Úselas cada vez que se de cuenta de lo que son los demás.
Úselas, úselas, porque no sirven para nada más.

Repelente nueva gente.
Usos interiores, domésticos. Utilícelos en sus hijos, si es que tiene, o en usted mismo.
No se ilusione, el repelente siempre funciona. Mantiene alejado a casi todo el mundo.
Excepto, lamentablemente, a los gritos o cliché cómo "te amo demasiado" o "a todos, menos a ti".

Relleno instantáneo.
Nosotros le dimos el nombre al producto.
Rellena vasos vacíos en mitad de la noche.
Rellena pedazos de casa vacía.
Rellena ese vacío que le queda por dentro luego de terminar todas las relaciones que pueda en tiempo récord.
Rellena también el sector cerebral que ha olvidado las mentiras, para que vuelva a dejar de ser sincero, como siempre lo soñó.

P.D.: El producto no está garantizado para la última aplicación. Pueden haber efectos secundarios.


lunes, 21 de julio de 2008

Photographers. What makes a great picture?




Esa es la pregunta que aparece en el blog de Reuters Photographers, y la respuesta no aparece por ninguna parte, digo, si estamos esperando una respuesta en palabras. Si pensamos en la frase cliché “una imagen vale más que mil palabras”, claro que la respuesta está ahí, y Reuters tiene –como tantas otras agencias en el mundo- al mundo y su historia archivado en imágenes, imágenes que cruzan todo el espectro de los sentimientos humanos y que incluso encuentran líneas que nos cruzan la garganta con una sonrisa amarga… ¿Como pueden mostrar una muerte, un llanto desgarrador, la desesperanza total, de manera que nos hace sonreir?, y podemos volver a mi post anterior de P.

Y sin embargo pecan, como todos pecamos, como yo he pecado, de vanidad –si es que creyese en dios-. Pero ¿Es eso reprochable? ¿Cómo llegar a la gente si no es a través algo que puede parecer irreal para llegar hasta la profundidad de lo que siente? Miren por ejemplo esta foto de los cardenales, parece un cuadro, parece que hubiesen puesto uno de esos ventiladores gigantes y a todos ellos en posición. Los colores, el encuadre, el simbolismo –si es que lo hay-, la composición, todo lo que está moldeando la foto parece irreal, pero ocurrió tal cual. Esto más allá de los montajes y trucajes de fotografía. No son necesarios, el mundo nos muestra lo mismo y más.

No estoy hablando de cosas irreales, de arte por el arte, de fotografía por fotografía, de cosas bellas que no dicen nada. Lo que vemos en la mayoría de las fotos ocurrió realmente, y nos golpea con un guante, blanco, podrido, sucio o con todos ellos juntos. Es el mundo tal y como está desde el 2000, en diferentes perspectivas. La muestra de la que hablo es la del Palau Robert y se llama “Reuters mira al mundo”. Pero esto lo puede comentar mejor Susana. Aquí vamos a ver a gente riendo, gente feliz, a gente que lo ha perdido todo o que nunca ha tenido algo; a nosotros, es un espejo de nosotros; aciertos y desaciertos políticos, el hombre y el hambre.

Quizás como dice Susana, el fotógrafo no debe ayudar para mostrarnos lo que pasa, quizás el fotógrafo debe mostrar su propia muerte para que sirva de algo, quizás el fotógrafo debe sacrificar sus propias emociones. Nunca sabré responder si vale más un fotógrafo por mostrarnos lo que nos muestra o dejar eso y tratar de ayudar. ¿El sacrificio de uno por el bien de todos?¿el mal menor?

Miles de palabras…






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Fotógrafos Reuters en exposición "Reuters mira al mundo" del Palau Robert -Junio, Julio, Agosto 2008 (de arriba hacia abajo y de izquierda a derecha): Akintunde Akinleye, Max Rossi, Juan Medina, Ahmed jadallah, Ilya Naymushin, Radu Sigheti, Dylan Martínez, Arko Datta

sábado, 19 de julio de 2008

Los 7 Pecados: Sympathy -the worst-, being Sad, Restlessness, Hesitating about Anything, useless daydreaming, Feeling Guilty, Thankfullness



Radio: Cyborg, ¿Piensas en tu abuelita?
Cha Young-goon: Desde luego
R: No te sientes triste, ¿no?
Ch: No, claro que no
R: Ella también se pregunta por ti… (mientras Cha Young-goon acarícia un Mouse de computador) y por qué no has matado aún a los hombres de blanco. No sabe por qué no matas a los que se la llevaron y le llevas la dentadura.
Ch: Pero yo… no tengo suficiente energía. Este método de carga parece que tiene sus limitaciones.
R: Espero que no sea por compasión. Ya sabes que la compasión es el peor de los siete pecados capitales.
Ch: ¡No, de verdad! No es por compasión!
R: para que lo sepas los otros seis son estos...








Esta vez sí trataré de hablar de algo, algo en concreto con respecto a una película, una crítica si se quiere.
Pero ¿cómo parte una crítica?, según lo que he leído parte contando la trama de la película, diciendo los altos y bajos de la historia en sí, la narración, y finalmente los aspectos técnicos. La mía ya partió.
Esta película no es la mejor del director de Oldboy, pero no es mala, tiene una riqueza escondida, tiene romance, imaginación desbordante, humor, lágimas a discreción y algo que no se logra entender del todo, todos los referentes simbólicos que nos perdemos a lo largo del juego de la pantalla -porque lo que vemos jugar es la pantalla-: Los colores que se nos meten por todas partes, la luminosidad de una historia que nos hace llorar de tristeza a carcajadas; una tragedia con una iluminación en bellísimos colores. Y lo único que nos queda es permanecer en la oscuridad de la sala de cine cuando termina la película, porque la trama es tan iluminada (en sentido literal) que nos encandila incluso con todas las luces encendidas.
Pero dejémonos de necedades y vamos por el premio mayor: los temas del director...

A) La venganza: No está dentro de los pecados capitales, pero se relaciona con la Ira. Y aquí hay ira, resentimiento y… no alcanza para la venganza, está antes otra cosa, algo que se quedó entre Park y Cha Young-goon, tal vez la comunicación con los vasos, o el mecanismo que transforma la comida en energía eléctrica. Tal vez la venganza se enterró en un funeral en medio del bosque. ¿Otra vuelta de tuerca más?
B) El abandono: Todos fueron abandonados a su suerte, en medio de la carretera. Como si no quedara nada más que carretera. Esa es la suerte que tienen los personajes, esa es la suerte que tienen las tramas, esa es la lección que les enseña alguien que no conocemos -un narrador quizás?-esa es la luz al final del tunel, el recuperar u olvidar el abandono. Superar la
C) Soledad: los personajes están solos. La doctora está sola, Park está solo, el reloj en medio de la sala está solo, a Cha Young-goon la dejaron sola, pero conversa con el reloj o le pide consejo a la máquina expendedora.

Así las cosas, la película se desarrolla en una casa de reposo -manicomio-, donde los locos no están muy locos, parecen más víctimas de un stress mal cuidado. Están alienados, pero no tanto. Están encerrados, pero no tanto.

jueves, 3 de julio de 2008

STRANGER than fiction



Este es el título más aburrido que puede llevar un blog, el título de lo que va a comentar. Muestra en muchos casos la carencia de imaginación de quien escribe, en otros casos la necesidad de sacar algo rápido para actualizarlo. En mi caso es ambos… o ninguno. Es más bien el hecho de darme cuenta que debí haber visto esta película mucho antes de lo que la vi… (en estos puntos suspensivos incluyo todas esas frases para el bronce de los objetos de culto kitsch y cliché que se le puedan ocurrir al lector con respecto al significado de la vida). Además, mi vida hubiera seguido, como la de Harold.

La película se estrena el 9 de Septiembre de 2006 ¿quién se acuerda lo que hizo ese día? ¿alguien hizo algo especial?¿estuvieron enfermos?¿se les murió alguien?¿Estuvieron de cumpleaños? Da igual, seguro la mayoría no recordamos ni cuántas veces fuimos al baño ayer, sabemos que no vale la pena recordarlo, es algo que hacemos a diario. Incluso, si no vamos en un día, podemos no darnos cuenta. Nos pasa todos los días, hasta que no nos pasa nunca más.

Esta película puede no significar nada en realidad. De hecho, no significa nada más que lo que es: una película y sirve para entretener. Podemos vivir o no vivir, algo parecido a lo que escribió un tipo en plena ficción, sin embargo era un problema.

Pero vamos por otro lado, piensen por un segundo, que se sentiría tener en nuestras manos la vida de un desconocido. No ser como un médico, que puede tener su vida bajo sus potentes luces. Estamos ahí porque ahí llegamos, entregados en un lugar que no podemos hacer nada. Esto es poder hacer lo que queramos con la vida de alguien. Imagínenlo. Cierren los ojos (o no) por un momento e imaginen a alguien que no conocen ¿Lo podrían matar? Les doy espacio para que lo piensen…





No sigan leyendo.



Ok, como quieran.

Creo que lo importante no es si podemos o no, llegado el caso, creo que todos podemos. Son mejores los motivos, los móviles, como dicen en las malas series o películas. Si merece o no morir.

Estamos detrás del camino de Dios. Si es que hay uno. Somos capaces de matar. En muchos casos. Dos céntimos o el amor de alguien alcanza.

¿Quien nos mata al final de nuestras vidas tendrá motivos suficientes o lo hará gratuitamente?

En realidad este blog debería llamarse Little did WE know.

P.D.: El cepillo de Harold está a la venta. Su reloj no

lunes, 23 de junio de 2008

Los camaleones y los vivos




Sonar y Radiohead han sido dos de los grandes hitos del verano 2008 en Barcelona (junto con el estreno de la película de Allen y otros miles de conciertos de grandes bandas que ya fueron o que serán), y lo son porque tienen algo de particular, algo que es un balde de agua fría, pero en pleno verano y con un calor que derrite la planta de los zapatos: Tienen sonido a hielo.

Radiohead se presenta en un festival, el Daydream festival, que es cómo un bonito parque temático, de un solo tema. Esta vez el tema era la banda inglesa (con ese apelativo podríamos estar hablando de cualquier banda gigante). No voy a hacer una apología a las características de la banda, del recorrido musical que tiene o del impacto para la industria musical -para eso tienen Internet, ¿no?-, sino más bien del sonido a hielo.

Radiohead no es tan camaleónico como Bowie, sus discos son reconocibles como ellos mismos en todo momento, tienen un sello personal único que va más allá del constante cambio: suenan a radiohead (adjetivo), pero de diferentes maneras, de manera clásica, electrónica, jazz, etc. O todo eso junto y más. Mezclan y se revuelcan en su propia sonoridad, y vuelven a su concha de caracol para reencontrarse con la reverberancia de ellos mismos sobre ellos mismos. Si queremos hablar en términos estéticos, sería como una puesta en abismo del autoplagio, y a la vez, una traición a la pureza de todo género musical, incluso cualquiera que hayan fundado.

No vamos a seguir haciendo una reflexión estética acerca de su sonido, sino a lo que esto lleva: creo que la propuesta de radiohead tiene que ver con un evolucionar a pesar de ellos, pero en su favor. Me explico. Escuchamos The Bends e In Rainbows y encontramos a Radiohead, es inconfundible, la melodía, las letras y la interpretación de Yorke –más allá del reconocimiento de su voz-, pero siempre hay algo que no calza, hasta que el disco entra y lo asimilas como Radiohead. Y sin embargo no son Bowie en ese sentido. Bowie cambia su propio sonido, casi me atrevería a decir que cambia por década totalmente, hasta la forma de interpretar.

Así, el sonido de Radiohead es un sonido de hielo, que no se derrite con el tiempo, que es sólido y fresco. Si uno escucha sus discos, ellos se derriten, se quedaron ahí, donde clavaron la estaca, pero cada estaca está demasiado lejos de la otra, y no en el tiempo (para los ansiosos saquemos las estacas de Amnesiac y Pablo Honey, y si son muy quisquillosos, Hail to the Thief. ¿Contentos?)

Sonar, es un festival de música de vanguardia, yendo mucho por los caminos de la electrónica, pero la vanguardia tiene caminos misteriosos (y la electrónica no es el único). Lo mejor de sonar, es que es un festival de vanguardias, y a estas alturas, las vanguardias siempre nos deparan muchas sorpresas: desde muestras que tienen que ver más con una vanguardia al estilo Ed Wood, y para eso hay que tener talento, hasta las vanguardias más recatadas (sic). Hay de todo, dentro de la vanguardia. Ahí re-conocí a Camilla, una mujer que hace música cómo respirar, como tirar (me refiero a follar), como tomar agua si tengo sed o comerme un hielo. Además, ella necesita la interacción, no es un mujer que cree música por allá arriba, en los astros, no hace música como Radiohead, es lo mismo, pero por caminos opuestos. Ella es juglaresca, quiere entretener a la gente y estar dentro de ella, y hacer cosas nuevas: la creatividad al servicio de todos nosotros. Creo que si ella tuviera un escenario que le permitiera actuar y estar con todo el mundo al mismo tiempo, tocando su carne y sintiendo su aliento –por mucho que apestara- lo haría con gusto. Es lúdica, su música lo es, pero a la vez es íntima (siempre he encontrado que este apelativo es pésimo, pero no se me ocurre otro) y compleja (otro que no me gusta). Está en un movimiento hacia delante… hacia atrás y hacia todos lados, sobre todo en escena.

¿Dije que es muy fácil enamorarse de ella?

Una aclaración al margen: al concierto de Radiohead fui, a Sonar no. Además... se derrite... a veces. Je

sábado, 22 de marzo de 2008

Manos de Hombre (Parte Prima)

Cuando hablamos de la Biblia decimos que los versos que en ella están escritos son de inspiración divina, dictados por boca de Dios a los hombres y mujeres que redactaron todas y cada una de las palabras que ahí aparecen. Pero ese soplo divino fue ejercido, ejecutado por manos de carne y hueso. No vamos a discutir aquí la legitimidad de lo que fue inspirado por Dios, si es que lo fue, sino hablar de algo más concreto.
Se dice del hombre que piensa y que todo logro es fabricado con sus manos, diez dedos dispuestos a realizar cualquier cosa que comande la cabeza o nuestro espíritu. La división tiene que ver con lo que hace el hombre: no todo es movido por la razón, sino también por los sentimientos, sin embargo no hablaré de todos, mejor los abarcaré bajo la pasión.
El hombre se deja guiar por la pasión para matar a la mujer que ama, por ejemplo, descuartizarla, maquillar su cara, separada ya la cabeza de su cuerpo, esperando que toda banalidad desaparezca: su sexo, sus senos, sus brazos y piernas, para que quede sólo ella, la residencia de todo en la cabeza, incluso dejando de lado los músculos o las bombas que distribuyen los fluidos al rededor del cuerpo. La cabeza y su cara maquillada, como un acto de arte contemporáneo, en el que no se encuentra nadie sufriendo. La sube a su auto en el asiento del copiloto, dejando que duerma todo lo que desee, no interrumpiendo su sueño. Deja que lo acompañe a ver la puesta de sol.
No se necesitan de adjetivos para describir: esto lo hizo un hombre, y necesitó de sus diez dedos para hacerlo, necesitó de la fuerza de su brazo, necesito ser guiado hasta el cansancio por su razón y por sus deseos, y en medio, la pasión. Esa fuerza que movió sus músculos es la misma que mueve a Miguel Ángel a crispar las manos alrededor de la piedra, y sacar de ella toda la materia que nos nubla la vista de lo que hay detrás.

Las Estatuas que Lloran

La Cabeza envía toda una serie de señales a lo largo del cuerpo, a cada momento, incluso estando inconcientes, actos involuntarios que permiten que vivamos. Los actos voluntarios, que nos ayudan a vivir también pueden ser movidos por actos involuntarios: matar un animal para comer; preparase para la conquista; construir una planta de purificación de agua. Pero el acto voluntario de enviar señales a todos nuestros músculos para que se pongan en tensión, porque se prepara para dar un golpe a una roca virgen, no nos ayuda a pervivir. Los músculos del brazo alimentados constantemente para llegar a dar un golpe, con un martillo sostenido por cinco dedos que tienen callos, labrados ellos mismos de tanto labrar, no sirve necesariamente para nada al acto de supervivencia individual o de la especie humana, es una perdida de tiempo, es un acto gratuito que nuestra especie – si es que podemos hablar en esos términos – es capaz de realizar.
Los primates tienen manos y patas que parecen manos, y son tan hábiles como para trabajar con ellas, y funcionan, algunos hasta fabrican herramientas. Las hormigas no tienen manos, ni siquiera son tan hábiles con su cuerpo, pero el cuerpo y las manos de las hormigas son todas ellas, y pueden construir galerías tan complejas como el hombre pueda imaginar, pero son todas las galerías iguales, no responden a nada más que a un lugar de habitación. Los elefantes son capaces de hacer maravillas con el extremo de su trompa, son capaces de tomar suavemente los huesos de sus muertos y llevarlos a un lugar común, donde serán venerados por los años que les queden a los elefantes.
El hombre es capaz de construir edificios cuadrados como cuevas, que son útiles para vivir, que protegen de la lluvia, el viento y el frío. Esto lo fabrica con miles de dedos y sus herramientas, que a su vez han sido fabricadas con moldes y robots, que a su vez han sido fabricados con ingenio y con sus dedos, que a su vez están en fábricas que han sido echas con los dedos y con ingenio. Han construido cementerios. Han matado manadas de animales. No han hecho nada que no haya hecho un animal con sus habilidades y sin manos. Aléguenme que son más complejas, más sofisticadas, que el hombre ha evolucionado de una manera que permite a los hombres pensar en las estrellas y llegar hasta allá. Pero esencialmente no ha hecho nada que no pudiese haber hecho, en el sentido que he mencionado, otro animal que necesita satisfacer sus necesidades de la forma más eficiente posible. Dónde está la voluntad del acto. Todo reducido a necesidad.
La cabeza y su cerebro le fue dado al hombre por la naturaleza, por Dios, por Yahvé, por Alá, o por algún experimento de alguna “raza” extraterrestre, que es similar en muchas formas al de los demás animales, e inclusive, hay especies que lo tienen más desarrollado que el nuestro en algunos aspectos, y sin embargo sería uno más entre ellos si no tuviéramos el soporte adecuado y la voluntad… adecuada. Somos uno de los pocos que podemos suicidarnos, somos uno de los pocos que podemos dejar de comer, somos unos de los pocos que podemos evitar tener hijos y dejarnos llevar por el placer del acto sexual, somos unos de los pocos que podemos comer solamente para hacer cosas inútiles a nuestra propia existencia. Rompernos las manos y no para cultivar; herirnos para darle el tono adecuado al rojo de la sangre del ser que tratamos de representar, y que se está muriendo, y que nos da pena; retratar un campo de flores que sólo tiene colores que le son eficiente para ellas mismas, pero que queremos que quede impreso de forma indefinida en cada uno de los conos y bastones del iris, y detrás de ellos. Esto con dedos, y quizás no con todos.
En medio de esto está el hombre que he descrito, que a los veintitrés años dibujó, La Piedad de la Basílica de san Pedro. A los veintinueve nos mostró como debía ser un hombre perfecto, David. Y usó toda la fuerza de su cuerpo para llegar a ellas, para moldear cada una de las cosas que estaban bajo el mármol, pero, sobretodo, usó la fuerza de los dedos para moldear cada uno de los contornos, llegar hasta la tensión de los tendones en los pies, o las venas del brazo luego del esfuerzo. También hay fuerza en lo que es plano, hay fuerza en los colores que no parecen colores o coloreado, parecen parte te algo que está vivo, que se confunde entre lo dibujado y lo esculpido, o entre lo vivo o lo muerto. La Capilla Sextina se abalanza con todo el peso de esas personas sobre ti, con el peso de los ropajes desde el techo, y solo Dios es sostenido por los ángeles, para que no caiga sobre nosotros, porque adán no podrá sostenerse una vez que Dios aleje su dedo. Los que escalan las paredes de la capilla pesan y hacen fuerza con cada uno de sus músculos para escapar del fuego, de un Caronte que tensiona sus brazos en un remo, con la ira de quien va a matar a alguien que está muerto. Algunos son ayudados por los que están arriba, otros son abrazados por los mismos castigados para sumarle peso al propio peso.
La fuerza no te sirve para escapar de esto, la única manera de escapar es dejando que la manos hagan la fuerza necesaria para que el pincel no pase de largo, para que el cincel no pase de largo. Es la redención que buscan, lo que tienen la desesperación pintada en la cara, los que tienen la tranquilidad están al lado del Hijo. Los que están bajo un látigo casi infernal son los que ayudan a Miguel. Ellos eran la extensión de lo que no necesitaba hacer.

viernes, 21 de marzo de 2008

En el país de los ciegos... (Stand By)

El tuerto mandó a construir un camino. Todos se pusieron manos a la obra. Juntaron una serie de piedras que las iban colocando al lado del camino, para demarcarlo, creyendo que las colocaban una al lado de la otra. Sin embargo, se dieron cuenta que la construción de quinientos metros de sendero les había tomado dos semanas, sólo en la demarcación. Entonces piden consejo al rey, quién, viendo los planos y preguntando al capataz si se han seguido los planos, decide que es normal demore tanto la construcción, que debe continuar. Un día, uno de los ciegos decide seguir la hilera de piedras con los pies, teniendo la tarde y el calor del sol como guía, y se da cuenta que lo único que hace el sendero es circundar, de manera serpenteante el rededor de la ciudad. (continuará)...