jueves, 3 de julio de 2008

STRANGER than fiction



Este es el título más aburrido que puede llevar un blog, el título de lo que va a comentar. Muestra en muchos casos la carencia de imaginación de quien escribe, en otros casos la necesidad de sacar algo rápido para actualizarlo. En mi caso es ambos… o ninguno. Es más bien el hecho de darme cuenta que debí haber visto esta película mucho antes de lo que la vi… (en estos puntos suspensivos incluyo todas esas frases para el bronce de los objetos de culto kitsch y cliché que se le puedan ocurrir al lector con respecto al significado de la vida). Además, mi vida hubiera seguido, como la de Harold.

La película se estrena el 9 de Septiembre de 2006 ¿quién se acuerda lo que hizo ese día? ¿alguien hizo algo especial?¿estuvieron enfermos?¿se les murió alguien?¿Estuvieron de cumpleaños? Da igual, seguro la mayoría no recordamos ni cuántas veces fuimos al baño ayer, sabemos que no vale la pena recordarlo, es algo que hacemos a diario. Incluso, si no vamos en un día, podemos no darnos cuenta. Nos pasa todos los días, hasta que no nos pasa nunca más.

Esta película puede no significar nada en realidad. De hecho, no significa nada más que lo que es: una película y sirve para entretener. Podemos vivir o no vivir, algo parecido a lo que escribió un tipo en plena ficción, sin embargo era un problema.

Pero vamos por otro lado, piensen por un segundo, que se sentiría tener en nuestras manos la vida de un desconocido. No ser como un médico, que puede tener su vida bajo sus potentes luces. Estamos ahí porque ahí llegamos, entregados en un lugar que no podemos hacer nada. Esto es poder hacer lo que queramos con la vida de alguien. Imagínenlo. Cierren los ojos (o no) por un momento e imaginen a alguien que no conocen ¿Lo podrían matar? Les doy espacio para que lo piensen…





No sigan leyendo.



Ok, como quieran.

Creo que lo importante no es si podemos o no, llegado el caso, creo que todos podemos. Son mejores los motivos, los móviles, como dicen en las malas series o películas. Si merece o no morir.

Estamos detrás del camino de Dios. Si es que hay uno. Somos capaces de matar. En muchos casos. Dos céntimos o el amor de alguien alcanza.

¿Quien nos mata al final de nuestras vidas tendrá motivos suficientes o lo hará gratuitamente?

En realidad este blog debería llamarse Little did WE know.

P.D.: El cepillo de Harold está a la venta. Su reloj no

3 comentarios:

Parnasiana dijo...

Sí, en este momento es cuando tú sonríes porque me hiciste sentir mal y terminé igual aquí, aunque no haya visto tu película y aunque no estoy en tus links (já), además de que al final nunca hiciste el otro blog (apostaría a que ya ni te acuerdas).
En todo caso, es interesante leer algo de lo que no tengo ni la más mínima idea, porque trato de imaginarlo y no puedo, pero lo sigo leyendo.
Es como leer en vacío, viendo las letras como dibujitos.
¿Te das cuenta como sigo fomentando a que te acostumbres a mis fieles post?
Cae de cajón: ¿Qué te dice eso?

Jose Urriola dijo...

Me topé con esta película por accidente. Me daban 5 por el precio de 4 y la vi allí en el estante. Me cae simpático Will Ferrel, sobre todo después de su actuación en Zoolander, y me la llevé como 5to elemento sin mayores expectativas. Te puedo asegurar que fue una de las sorpresas más agradables del año pasado. Me hizo mella, no sabría decirte exactamente por qué, pero no me dejó indiferente. Muy al contrario.
Buena pluma; nos seguimos leyendo y gracias por tu comentario en el blog de los hermanos Chang.

Parnasiana dijo...

Uuuuhh, ya no soy la única que postea (snif)
Já.
Ya le cambié el color a mi blog, para que no le moleste al señor :O
Lo cambié tanto que quedó un poco varonil, pero en fin.
Échale una mirá'.