Radiohead no es tan camaleónico como Bowie, sus discos son reconocibles como ellos mismos en todo momento, tienen un sello personal único que va más allá del constante cambio: suenan a radiohead (adjetivo), pero de diferentes maneras, de manera clásica, electrónica, jazz, etc. O todo eso junto y más. Mezclan y se revuelcan en su propia sonoridad, y vuelven a su concha de caracol para reencontrarse con la reverberancia de ellos mismos sobre ellos mismos. Si queremos hablar en términos estéticos, sería como una puesta en abismo del autoplagio, y a la vez, una traición a la pureza de todo género musical, incluso cualquiera que hayan fundado.
No vamos a seguir haciendo una reflexión estética acerca de su sonido, sino a lo que esto lleva: creo que la propuesta de radiohead tiene que ver con un evolucionar a pesar de ellos, pero en su favor. Me explico. Escuchamos The Bends e In Rainbows y encontramos a Radiohead, es inconfundible, la melodía, las letras y la interpretación de Yorke –más allá del reconocimiento de su voz-, pero siempre hay algo que no calza, hasta que el disco entra y lo asimilas como Radiohead. Y sin embargo no son Bowie en ese sentido. Bowie cambia su propio sonido, casi me atrevería a decir que cambia por década totalmente, hasta la forma de interpretar.
Así, el sonido de Radiohead es un sonido de hielo, que no se derrite con el tiempo, que es sólido y fresco. Si uno escucha sus discos, ellos se derriten, se quedaron ahí, donde clavaron la estaca, pero cada estaca está demasiado lejos de la otra, y no en el tiempo (para los ansiosos saquemos las estacas de Amnesiac y Pablo Honey, y si son muy quisquillosos, Hail to the Thief. ¿Contentos?)
Sonar, es un festival de música de vanguardia, yendo mucho por los caminos de la electrónica, pero la vanguardia tiene caminos misteriosos (y la electrónica no es el único). Lo mejor de sonar, es que es un festival de vanguardias, y a estas alturas, las vanguardias siempre nos deparan muchas sorpresas: desde muestras que tienen que ver más con una vanguardia al estilo Ed Wood, y para eso hay que tener talento, hasta las vanguardias más recatadas (sic). Hay de todo, dentro de la vanguardia. Ahí re-conocí a Camilla, una mujer que hace música cómo respirar, como tirar (me refiero a follar), como tomar agua si tengo sed o comerme un hielo. Además, ella necesita la interacción, no es un mujer que cree música por allá arriba, en los astros, no hace música como Radiohead, es lo mismo, pero por caminos opuestos. Ella es juglaresca, quiere entretener a la gente y estar dentro de ella, y hacer cosas nuevas: la creatividad al servicio de todos nosotros. Creo que si ella tuviera un escenario que le permitiera actuar y estar con todo el mundo al mismo tiempo, tocando su carne y sintiendo su aliento –por mucho que apestara- lo haría con gusto. Es lúdica, su música lo es, pero a la vez es íntima (siempre he encontrado que este apelativo es pésimo, pero no se me ocurre otro) y compleja (otro que no me gusta). Está en un movimiento hacia delante… hacia atrás y hacia todos lados, sobre todo en escena.
¿Dije que es muy fácil enamorarse de ella?
Una aclaración al margen: al concierto de Radiohead fui, a Sonar no. Además... se derrite... a veces. Je
1 comentario:
Ya sabís ya. Si vienen a Chile vai a tener que saber llegar a tiempo pa' que vayamos :P
Y, y, y, ¿cómo que enamorarse oye?
:D Jajajaja... te estoy molestando. Ya hablamos sobre tu blog y sobre cómo te pilló la tecnología porque no tienes tiempo para estas tonteras.
Yo me voy a terminar haciendo adicta a la anestesia del dentista mientras no estás tú. Cuando vuelvas mis dientes van a estar más que limpios, Impekes (como el comercial del cloro)
Voy a sapear a la lolita porque me tincó guapa y porque quiero ver si yo también me enamoro de ella con facilidad, porque ya amé sus labios rechonchos :P
Tú no tienes los labios rechonchos ahora que lo pienso, pero oye: no me importa.
Jé.
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