Evidentemente, un blog no parece un lugar adecuado para entrar en los intringulis de la sapiencia del filósofo decimonónico -aunque preferiría ponerlo en los albores del siglo XX-, por lo tanto solo lo he puesto en el título para evidenciar que los círculos y las vueltas son constantes que se mantienen casi siempre en la vida, y que eso de caminar en línea recta es mentira, o no mentira, sino algo como un espejismo del que no podemos darnos cuenta porque siempre tenemos la idea de que caminamos en línea recta.
Y ahí viene la puta madre que te parió. Porque cuando me di cuenta que volvía otra vez a las andadas, pensé en eso de dejar atrás y las líneas rectas, curvas, espacios multidimensionales y todo eso, como si estuviera haciendo un trabajo para campos vectoriales. "la puta madre que te parió". Y pensé que es como cuando uno va en metro y tiene que pasar la misma estación de metro, de ida y de vuelta, de lunes a viernes, a las mismas horas, y "la puta madre que te parió". Entonces la semana se transforma en semana y en otro mes y otro más, hasta que lo único que se hace evidente son las arrugas en la cara y "la puta madre que me parió".
Así que, es mejor dejar que supongamos que las líneas rectas existen y dejar de putear, sin desonocer que esas rectas son parte de una espiral...
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