miércoles, 18 de agosto de 2010

La exhibición del derrumbe total

Imagen extraida de Liniers: Macanudo

Desde que llegué esta segunda vez a Barcelona he estado atento a las noticias de Chile y de España, de Catalunya principalmente, en conflicto constante con la administración central del gobierno.
Aquí ví nevar por segunda vez en mi vida -no debiesen considerarlo una extrañeza considerando que crecí en medio del desierto-, y la nieve más que la lluvia, tal vez por lo extraño o lo nuevo, acarrea nuevos significados -quién podría pensar en un desierto que desde el cielo puede caer agua congelada-, ME acarrea nuevos significados.
Y ahora cambio el blog, pero no es solo un cambio de imagen, en el cual todavía estoy trabajando, sino que he dado cuenta de lo inútil que es estar tratando de hacer cosas como reseñas lúdicas, en las que intento algo de reflexión. El ejerciccio a estas alturas me parece vacío, no tanto de significado, sino más bien de algo que está más abajo, más profundo si se quiere, como falto de afectos, de algo menos concreto, pero a la vez más cotidiano. En pocas palabras este blog cambiará completamente, no necesariamente a algo más personal, no necesariamente hacia otras cosas que no sean reseñas y definitivamente NO a mi vida personal. Digamos que vamos a dejar que esto funcione como todas las cosas en general funcionan, dejando que la máquina empiece a chirriar y bufar como lo hemos planificado, pero a la vez descubriendo sus nuevos usos, no imaginados ni previstos.Quizás sea un poco buscar, buceando en el vacío, algo a lo que me pueda asir. No quiero decir con esto que espero que quienes lean se sietan identificados, o convertirme en algo como un libro de Autoayuda, al contrario, lo que quiero... pero es que yo tampoco tengo tan claro lo que quiero hacer, es decir, tengo claro el camino que me he trazado, pero no sé realmente dónde me va a llevar. Es más bien como el niño que vive en un pueblo pesquero y siempre mira el mar queriendo ser pescador, como su padre, pero no quiere usar el barco de su padre, ni siquiera quiere un bote de pescador, simplemente una balsa que lo saque de ahí y lo lleve en una corriente que sabe hacia dónde se dirige, pero no tiene idea dónde desemboca. Como Dorothy siguiendo el camino amarillo sin esperanza de Mago, sin querer encontrar al Mago y esperando no encontrarse idiotas como el león, el espantapájaros y el hombre de lata, que para eso tenemos inundadas las calles de eso y mucho más.


Hoy, creo, se inicia la exhibición del derrumbe total.

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