No suelo escribir cuestiones personales en este blog ni menos cuestiones de ideología política, pero Hoy me embarga la PENA todos los sentidos que la RAE define.
Hoy ha ganado Piñera en las urnas y el triunfo parece en regla.
Mi desición de marginarme de las elcciones (no inscribirme en el registro electoral) se ha reafirmado. Esto, que parece un berrinche de un niño de pecho es la constatación de una realidad que ocurre en Chile. En un país democrático, si es que existe eso en algún lugar no inventado, supondría que debe existir tipos de participación política más allá de las urnas, que las ideas deben respetarse siempre que no cuarten la libertad de nadie, ni dañen la integridad, que todos tienen los mismos derechos y deberes... Sin embargo, ni una sola de esas cuestiones se cumple en Chile, y no estoy hablando de cuestiones de facto (que también ocurren), sino de cuestiones políticas: es impensable que en una democracia existan personas que accedan al poder que tengan un pasado político oscuro (estarán rehabilitados cuando ni ellos mismos creen en la rehabilitación de los condenados?), ya sea por no respetar los derechos humanos, por no renegar de una dictadura en la que participaron directa o indirectamente o por el cargo menor de corrupción. Nótese que lo que estoy diciendo no es nuevo, ni es parte exclusiva del staff del nuevo presidente electo. Del otro lado también los hay, y que arrastran historia antigua.
Pero no seguiré, quién se interese que se informe.
La concertación no lo hacía bien (y creo que nadie en Chile, por el momento y con este panorama lo haga mucho mejor), y por ende me hubiese sido imposible votar por Frei, porque mi necesidad de un país mejor está en un país mejor y no en un país a medias. Pero votar por Piñera, un populista escandaloso, alguien que no fue capaz de deshacerse de sus empresas (como cualquier otro político con inversiones, pero él lo prometió), sin importar que sólo se querada con miles de millones de millones de pesos, que fuera más prepotente que Lagos, que su vocación con la clase trabajadora que pasa a llevar a los trabajadores, y otro largo etcétera. Eso es lo que esparaba la gente que votó por él? Eso es lo que esperaba de un presidente?. Y no me salgan con la excusa barata del mal menor ni de el castigo a la Concertación, me basta cualquier elaboración de pensamiento que tenga más de dos oraciones completas de largo.
Sí, falta educación cívica. Sí, falta educación en general para que no les metan el dedo en la boca.
Pero dicen que la gente tampoco es tonta. No lo es, y pasa lo mismo en Venezuela, Cuba, la Alemania Nazi, Italia y Berlusconi, Italia y Mussolini, Stalin, Mao, Bush (que ganó gracias a la idiotez de la gente y la corrupción de estado) y tantos otros... Mal de muchos, consuelo de tontos.
Y me viene la frase del chilenos a la mente: "Si ya nos cagaron, qué le vamos a hacer?".
Hoy que me tilden de lo que quieran: los de dechecha dirán que soy de izquierda, los de izquierda que soy de derecha y así sucesivamente. Los que me odiarán a muerte son los anarquistas, los comunistas y ojala, por lo que más quiera, que me odien todos ls partidarios de Pinochet, de la UDI (parece izquierda, pero lean bien), los Legionarios de Cristo y el Opus Dei.
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